Saltar al contenido
  • Roger 

NEGAR LA MITAD
DE LA VIDA

maltrato en la infancia aceptación comprensión dignidad dolor indignidad niño interior reconocimiento sanación validación vergüenza rechazo negación

Nuestro principal problema es que no queremos vivir la mitad de nuestra vida. Puede parecer duro e incómodo de escuchar, pero si somos honestos con nosotros mismos podremos darnos cuenta de cuánta verdad reside en esta afirmación. Cuando rechazamos la mitad de lo que vivimos, rechazamos también la mitad de lo que somos.

Descartamos y juzgamos la mitad de nuestra vida, la mitad de lo que somos. Hemos escogido solo una parte y hemos rechazado la otra. Nuestra principal dificultad es que no queremos experimentar la mitad de nuestras emociones. Nos hemos opuesto a todo un abanico de experiencias por miedo a lo que podríamos sentir al vivirlas.

maltrato en la infancia aceptación comprensión dignidad dolor indignidad niño interior reconocimiento sanación validación vergüenza rechazo negación

Nos hemos puesto en contra de la tristeza, hemos dado la espalda a la rabia, y rehuímos del miedo. Y, a pesar de nuestros esfuerzos, nos las arreglamos para seguir anclados a todas ellas.

O quizás se deba, precisamente, a esos mismos esfuerzos por evitarlas, que se hayan instalado en nuestras vidas. A través de nuestro férreo deseo de eliminarlas, un anhelo vital camuflado de esperanza, las anclamos todavía más en nuestra consciencia.

Nuestro principal obstáculo radica en rechazar las sensaciones que acompañan a la culpa y la vergüenza. Porque, ¿qué es, sino, lo que buscamos evitar de estas emociones? Huímos de vivir dichas sensaciones, y nos escapamos de nosotros mismos para no experimentarlas.

DEJARNOS SENTIR

¿Pero qué pasaría si nos las dejáramos sentir? ¿Lo has pensado alguna vez? Cada una de ellas nos devuelve a un lugar que nos aterra, es por eso que las rehuímos. Pero más allá de la sensación corporal ligada a la emoción, y al otro lado de las creencias y pensamientos que las alimentan, tan solo hay una cosa: vida.

A veces adquiere la imagen de un vacío, otras se percibe como pura intensidad, energía en vibración a la que algunos hemos llamado dolor, la percepción de una profundidad que trasciende nuestra persona. Pero, al fin y al cabo, no es más que vida.

maltrato en la infancia aceptación comprensión dignidad dolor indignidad niño interior reconocimiento sanación validación vergüenza rechazo negación

Si está ocurriendo ahora, si acontece aquí mismo, donde estamos viviendo nuestra experiencia humana… entonces es vida. Y si la rechazamos, no nos estamos oponiendo a la mitad de nuestra vida: la estamos rechazando toda.

Porque la vida está sucediendo inseparable a cada instante. Y no entiende de divisiones o separaciones… Si no queremos ver una parte, estamos negándonos a verla toda.

¿Y quién somos nosotros separados de nuestra vida? ¿Quién somos sino vida misma con apariencia humana? Aunque nos hayamos identificado con una forma, esta no puede escindirse ni escapar del momento presente… Por lo tanto, no podemos separarnos de nuestra vida. Ni, mal que nos pese, tampoco podemos evitar lo que esta nos trae.

Porque somos vida. Somos emoción, sensación y pensamiento. Y todavía más que eso: somos la consciencia que experimenta esa emoción, siente esa sensación y observa ese pensamiento.

Somos pura percepción de vida, del instante presente tal y como transcurre.

Cuando evitamos sentir, estamos evitando nuestra vida.

Y si evitamos vivir, nos evitamos a nosotros mismos.

Nos rechazamos, nos abandonamos, nos maltratamos, nos ignoramos y nos avergonzamos.

maltrato en la infancia aceptación comprensión dignidad dolor indignidad niño interior reconocimiento sanación validación vergüenza rechazo negación

Es decir, reforzamos, una vez tras otra, nuestra herida de indignidad original.

La misma que nos lleva a creer que hay algo malo en nosotros.

Porque para sentirnos dignos, solo necesitamos una cosa:

validar lo que sea que estamos viviendo o sintiendo ahora.

Aceptar, acoger, bientratar, atender y dignificar nuestra herida.

Aceptar, acoger, bientratar, atender y dignificar nuestra vida.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Responsable: Roger Giménez Roig.
Finalidad: La finalidad de la recogida y tratamiento de los datos personales que te solicito es para gestionar la consulta o los comentarios que realizas en este blog.
Legitimación: Tu consentimiento explícito de que quieres recibir esta información.
Destinatarios: Los datos que me facilitas están en mi servidor de web y email OVH y en los servidores de Google Drive, todos ellos cumplen con la RGPD.
Derechos: Podrás ejercer tus derechos de acceso, rectificación, limitación y suprimir los datos en roger@amatutrauma.com así como el derecho a presentar una reclamación ante una autoridad de control.

Abrir chat
1
Bienvenid@ 🙏
Si puedo ayudarte en algo, no dudes en preguntármelo. ¡Gracias!