AVERGONZADO DE MI VERGÜENZA
Cuando sentimos vergüenza, básicamente percibimos una humillante sensación de indignidad. De que algo interno muy profundo en nosotros está equivocado, de que ya de base estamos mal. Es así como perdemos la conexión con nosotros mismos, la misma que nos conecta con la energía vital que nos ha sostenido desde que nacimos.